viernes, 12 de diciembre de 2008

Los saberes de mis estudiantes

Los saberes de mis estudiantes
Hola, saludos a todos, gran equipo del grupo 40.
Empiezo con decirles que al realizar la investigación de lo que saben hacer mis estudiantes en internet, me llevé una grata sorpresa, porque la mayoría, si no es que todos, han tenido contacto con la web, a pesar de que algunos no cuentan con computadora y mucho menos tener internet. Estos últimos han tenido que accesar en un ciber café, y la mayoría coincidió en que la mayor parte del tiempo lo utilizan como espacio social, de acción individual y colectiva, como espacio de comunicación y de acción, para chatear, compartir, intercambiar, distribuir, mensajes, fotos, videos, bajar música, y solo cuando se requiere, para información, que es cuando les dejan tarea en algunas materias que le permiten llevar hojas impresas del internet. Además de funciones básicas como copiar y pegar, adjuntar trabajos, subir fotos, mandar comentarios a color etc.
Para hacer que estos saberes favorezcan los procesos académicos en el aula, elaboramos una estrategia, adaptada a la planeación docente de cada materia, en la cual participen todos los estudiantes de forma cooperativa y colaborativa, que les permitan a través de la investigación, acceder al conocimiento, a la construcción grupal, a la conformación de comunidades de aprendizaje y al desarrollo de habilidades superiores de pensamiento.
Dentro de esta estrategia, está el conocimiento colectivo, donde unos estudiantes enseñen a otros, todas esas maneras de usar internet, sacar el mejor provecho y para investigar nuevos usos. Para los estudiantes que no cuenten con computadora ni el acceso a internet, se integraran con iguales que si lo tengan, formando equipos y realizar trabajos de manera conjunta, estos se podrán realizar en la escuela, en un ciber café, o en su casa, dando prioridad a trabajar en línea. Para corroborar lo aprendido, me mantendré en contacto, por medio del correo electrónico con cada estudiante, en donde entregaran trabajos que comprueben su aprendizaje. Cabe señalar que el docente al interactuar con los estudiantes, este también aprenderá de ellos.
Por lo tanto nosotros como docentes debemos capacitarnos en el uso de de estas herramientas, así como en la búsqueda de la información que se adecue a nuestro perfil y se vea desarrollado en el perfil del egresado, para convertir sus desventajas en beneficios, que le aporten conocimientos, generando espacios de aprendizaje y que le ayuden a su total formación integral.
Muchas gracias.
Francisco Jiménez Tumalán

Competencias Docentes del Nivel Medio Superior

Competencias Docentes del Nivel Medio Superior

jueves, 11 de diciembre de 2008

Mi aventura de ser docente

Mi aventura de ser docente.
Al leer a José M. Steve, no sabría explicar, pero cada vez que avanzo, me siento más orgulloso de ser maestro, es cómo, si me quitara una venda de mis ojos, y sentir desde este momento, una libertad personal, que te hace sentir bien contigo mismo, y saber el porqué sientes una alegría al enseñar y serle útil a los demás, trataré de aprovechar sus experiencias y llevarlas a cabo, en mi formación profesional como docente.
Como Steve explica, se aprende por ensayo y por error, y en el camino se sortean las distintas dificultades, como la que yo he tenido para elaborar la propia identidad profesional, empezando, por cambiar mi mentalidad, desde la posición del alumno, hasta descubrir en que consiste en ser profesor. Cuando explico en mi narración tener vocación de servicio en el docente, es precisamente eso, estar al servicio del conocimiento del alumno, de una estrategia de aprendizaje bien planeada que le ayude a desarrollarse en su vida de estudiante y productiva.
Algo que llevo ganado, es estar a gusto y vivir con pasión el descubrimiento que cada clase hacen mis alumnos, como dice Steve, creo haber resuelto la disciplina, porque desde el inicio, indico los lineamientos e inculco el respeto mutuo, dentro y fuera del salón de clases.
Cita a Miguel de Unamuno, en su definición de magisterio: Dedicar la propia vida a pensar y sentir, y hacer pensar y sentir, ambas cosas juntas. Al dar clases, me retroalimento y aprendo de mis alumnos, como también lo cita Fernando Corvalán, al propiciar una atmósfera de investigación, y no se piense que solo se abre la mente a los alumnos, también la del profesor se expande y se llena de nuevos matices y perspectivas más amplias, y funciona la relación enriquecedora en los dos sentidos.
Al entender esto, defino, que algunas de estas explicaciones, ya las llevo a la práctica, pero lo más interesante es que he aprendido a crear las diferentes atmósferas, como la de producir la inquietud, de descubrir el valor de lo que vamos a aprender, rescatar las preguntas iniciales y motivándoles a pensar, y divertirme explicando.
Atentamente:
Francisco Jiménez Tumalán

Mi confrontación con la docencia


Mi confrontación con la docencia
Hola, saludos a todos.
Hace varios años, terminé y me titulé en el Instituto Politécnico Nacional, de Ingeniero Arquitecto, esta es mi profesión de origen, la cual me ha dado grandes satisfacciones. Aquí realizaron todos los trámites de titulación y hasta de la cédula profesional, y el último día que fui por mis documentos, me ofrecieron dar clases, a lo cual respondí que no, les dí por escrito mis motivos, los cuales fueron: No me siento totalmente preparado para dar clases, necesito además de conocimientos, experiencia profesional, que aunque había trabajado desde el 2° semestre, oportunidad que da esta carrera, realmente no la tenía.
Después de 6 años, en 1983, cuando mi profesión estaba en su apogeo, me ofrecieron en el Colegio de Bachilleres, Plantel 15, cubrir a un maestro de dibujo, por el resto del semestre, por cuatro horas a la semana, en esos momentos el Plantel tenía muchos problemas, los alumnos prácticamente corrieron al maestro anterior y casi le pegan según contaron, al director y subdirector les hicieron huelga y abrieron hasta que también los cambiaron. El porqué acepté ser profesor, de tan pocas horas, que había que ir dos veces a la semana de 7 a 9 de la noche, y desplazarme de tan lejos para poder llegar, con un sueldo bajo, cuando yo ganaba hasta 10 veces más, en un grupo que si no me impongo, también me corren; Lo decidí porque consideré que ya contaba con algo más de experiencia profesional, y que era tiempo de dar y regresar, algo que la educación me había entregado. Que aunque no era mi escuela el Politécnico, era una institución nueva, que luchaba por sobresalir, y ser aceptada totalmente, púes se consideraba que alumnos que eran rechazados de la preparatoria y vocacional, eran aceptados en Bachilleres.
Yo pienso que ser profesor, es una actividad de las más bellas del mundo, que tienes la oportunidad única, de contribuir a la formación del alumno, de trasmitir tus conocimientos, de dejarle una pequeña huella en pensamiento y obra. Al ser profesor yo me siento realizado, porque pienso que mis estudios no han sido en vano, púes la persona que yo tenga como alumno, le heredaré no solo conocimientos, si no también, una parte de mí.
Ser profesor de Educación Media Superior, ha significado mucho para mí, es una responsabilidad y un reto que yo quise adquirir, cuando acepté ser docente, expresé que ya tenía experiencia profesional que podía compartir con los estudiantes, púes bien, debo admitir que estaba equivocado, que para ser profesor esto no es suficiente, en mi materia, sí, debo estar a la vanguardia en arquitectura, pero para transmitirlo y educar, se necesita más que eso, se necesita además de prepararse muy bien, amar su profesión y tener vocación de servicio.
Ser profesor ha cambiado mi vida, y tengo muchos motivos de satisfacción, como puede ser, ver mis alumnos orgullosos de exponer y explicar sus maquetas. Ver a exalumnos visitándome ya con su carrera terminada. Y algo que no se olvida, fue cuando vi acercarse a un alumno del primer grupo que impartí clase, sí, ese grupo especial, donde había alumnos que estuvieron en la cárcel, otros con vicios, etc., y me dijo: ¨Hola c... ya soy arquitecto¨, al principio me desconcerté, porqué no permito decir groserías ni dentro ni fuera del salón de clases, recapacité, y en seguida lo felicité, al fin y al cabo, sabía que algo de mí, se había quedado en él, además de mi amistad, pero lo importante es que había terminado sus estudios satisfactoriamente, a pesar de las adversidades.
Por supuesto que he tenido insatisfacciones, esto es en la otra cara, cuando me encuentro a exalumnos, trabajando de cerillos en los súper, de meseros en fondas, de despachador de gasolina ect., que aunque son trabajos nobles, desaprovechan la oportunidad de seguir estudiando, todo por ser rechazados en la UNAM u otra institución, o simplemente no hubo cupo para ellos, porque las Escuelas Profesionales no tuvieron la infraestructura para albergarlos. También cuando los cursos que tomamos, no los llevamos a la práctica, porqué no contamos ni con el equipo necesario, ni el apoyo que se requiere.
Muchas gracias por su atención.


Francisco Jiménez Tumalán